06/09/2025

Tuve una pequeña discusión con mis papás. Me acababa de levantar y me dijeron que me ponga a avanzar el trabajo que me dejó el profesor Ángel, bueno, prácticamente mi jefe ahora. Lo iba a avanzar, no dije que no, pero mi papá dijo una broma algo así como “un trabajo panza, te lo hace otra persona y cobras”. Claramente no lo dijo con un tono serio, sino de broma, de burla, y no me gustó y se los dije porque yo sé cómo son ellos.

Mi mamá me está ayudando en este proyecto porque ella misma quiso ayudarme porque sabe que solo no puedo hacerlo rápido, lo hace de ayuda y eso lo agradezco infinito. El problema es que no me gusta que luego intenten justificarse o bromear de algo que yo en primer lugar no quería, porque sabía que eso pasaría, que luego todo el crédito querrían llevárselo ellos, bromeando con cosas de que yo no hago nada, cuando en primer lugar mi mamá sabe que yo no quería que ella me ayudara porque luego dirían esas cosas.

Ahora, no me quiere ayudar porque le dije que las suposiciones que yo tengo, y ella saben que son verdad. Me empezó a decir que mi miedo es tener una mujer que no esté acorde a las expectativas de ellos y que sea mala para mí, por así decirlo. Ellos no quieren que mi futura mujer me saque dinero a toda costa, que no me ame y se quede con todo, y yo tampoco quiero eso.

Pero siento que tampoco debo vivir con el miedo de no hacer cosas para evitar la crítica de mis padres, o evitar la burla. Las parejas son lo que menos me preocupan, me preocupa tener metas y que ellos no las comprendan y que decidan burlarse. No puedo ni cantar en mi casa porque mi papá empieza a decir “¿Tú cantando?”, no puedo tocar piano en el iPad porque mi mamá dice “mejor ponte a estudiar”. No puedo trabajar en alguna meta que yo tenga planeado que no sea estudiar, estudiar, estudiar. Estoy haciendo todo lo que ellos me piden, logro todo lo que quieren, pero no logro obtener lo que yo quiero. Cuando yo digo que me quiero independizar es para hacer todo tipo de cosas que yo quiera hacer por mi cuenta.

El otro día le dije a mi mamá que quería ir a algún sitio de noche, un sitio que no sea peligroso por supuesto. Pero todos los planes de salidas tienen que ser con ellos, no puedo planear nada por mi cuenta. Por cosas así no se cocinar, no sé montarme en un autobús sin decir la única ruta que conozco “Av. Olivar”. Ese tipo de cosas me agobian, y simplemente espero hacerme adulto para al menos intentar todas aquellas cosas que deseo hacer por mi cuenta, metas que no pude cumplir por miedo al rechazo, por miedo a la burla.

Esto es agobiante, y probablemente sea la nota más sentimental de este diario.

100days.