el vicio a las redes
June 29, 2024•313 words
Durante varios años he estado ciegamente en los pegajosos tentáculos de las plataformas sociales, derrochando una enorme cantidad de tiempo sin obtener una considerable recompensa a cambio. En el verano del año 2022, un venazo de preocupación personal de cara a la privacidad, en una distopía tecnológica que acribilla los pocos signos de belleza y esperanza dentro de un mundo tan polarizado, me sacó de allí.
En aquellos tiempos disfrutaba de las redes sociales, siendo un fiel y leal usuario conectado, con ansias de consumir el contenido que dichas plataformas seleccionaron específicamente a través de un algoritmo para moldearme según los intereses comerciales. Llegando a pasar hasta 14 horas diarias engullendo como un ser despreciable los repugnantes y falsos contenidos publicados por una comunidad internacional. El resto del tiempo, pendiente incoscientemente de un estímulo sonoro que vuelve a atraparte en un arcón de la esclavitud.
24 horas diarias en un estado de perplejidad producto de la abrumadora cantidad de información bombardeada a nuestras herramientas naturales de percepción de estímulos, haciéndolas colapsar, reforzando una putrefacción parcial o total de las habilidades cognitivas.
Fui uno más que estuvo enfrentado a está situación, por la que millones de personas se enfrentan diariamente en la actualidad. Hasta el importante, aunque desconocido, momento en el que abandoné el estado de aturdimiento inducido, y comencé a luchar contra mi letargo cognitivo.
Los pájaros vuelan, los gatos se pasean, los abuelos crean pequeños corrillos para chismear, parejas paseando, árboles creciendo, niños jugando... Cuando uno empieza a desintoxicarse y a rechazar la cantidad ingente de morralla que recibe, poco a poco comienza a alzar la vista al andar por la calle, a observar todas las maravillas que ha estado dejado pasar, a cultivar relaciones personales con más intensidad y fuerza, empieza a ser un individuo único. Descubres una realidad que nunca pudiste vivir y disfrutar de verdad, una simple y sencilla.