La gracia es independiente de la actividad u obra del ser humano
July 29, 2024•331 words
La gracia1 es independiente de la actividad u obra del hombre. Cuando una persona está bajo la ley, no puede estar bajo la gracia; cuando está bajo la gracia, no está bajo la ley.
Una persona está bajo la ley cuando procura asegurarse la salvación o santificación como asunto de recompensa, mediante la realización de buenas obras y la observancia de ceremonias; está bajo la gracia cuando obtiene la salvación confiando en la obra de Dios, hecha para él, y no en sus obras para Dios.
Las dos esferas se excluyen mutuamente (Gálatas 5:4).
La ley dice: “Págalo todo”; mientras que la gracia afirma: “Todo está pagado.”
La ley significa una obra que debe hacerse; la gracia es una obra hecha.
La ley restringe las acciones; la gracia cambia la naturaleza.
La ley condena; la gracia justifica.
Bajo la ley, una persona es un siervo que trabaja por salario; bajo la gracia es un hijo que disfruta de la herencia.
Quienes ponen su confianza en la ley están bajo maldición, porque la Escritura dice: «Maldito sea el que no cumple fielmente todo lo que está escrito en el libro de la ley.» Por tanto, está claro que nadie es reconocido como justo en virtud de la ley; pues la Escritura dice: «El justo por la fe vivirá.»
Gálatas 3:10-11 (Dios Habla Hoy)
Cuando vivíamos controlados por nuestra vieja naturaleza, los deseos pecaminosos actuaban dentro de nosotros y la ley despertaba esos malos deseos que producían una cosecha de acciones pecaminosas, las cuales nos llevaban a la muerte. Pero ahora fuimos liberados de la ley, porque morimos a ella y ya no estamos presos de su poder. Ahora podemos servir a Dios, no según el antiguo modo—que consistía en obedecer la letra de la ley—sino mediante uno nuevo, el de vivir en el Espíritu.
Romanos 7:5-7 (Nueva Traducción Viviente)
-
Pearlman, M. (1992). Teología Bíblica y Sistemática (pp. 167-168). Editorial Vida. ↩