Thursday, Mar 6, 2025 at 9:51 AM

Hace algunos días, vi la siguiente publicación en una red social:


¿Qué conecta a Nikola Tesla con la eliminación del Éter (Akasha) de la Tabla Periódica?

Históricamente, el éter (o éter) fue visto como el "quinto elemento" o quintaesencia—la fuerza unificadora de los cielos y el mundo espiritual en la ciencia antigua, fundacional para los elementos clásicos (tierra, agua, aire, fuego y éter). El concepto del éter se desvaneció de las teorías científicas a principios del siglo 20, del mismo modo que la concentración en el petróleo y el gas estaba aumentando en la ciencia industrial.

Tesla, sin embargo, se aferró a su creencia en el éter como un medio a través del cual operan las fuerzas electromagnéticas, afirmando, "Si quieres encontrar los secretos del universo, piensa en términos de energía, frecuencia y vibración. Él vio el éter como el campo esencial para estas vibraciones, lo que permite la transferencia universal de energía.

En desacuerdo con la teoría de la relatividad de Einstein, que descartó el éter a favor de un vacío, Tesla argumentó que la relatividad era "un magnífico atuendo matemático" que no tenía la necesidad crítica de un medio como el éter. Para Tesla, el espacio sin éter dejó inexplicable la transferencia de energía.

Publicación vía: Manuela Elphame en el grupo de Facebook Gnosis


Esto ya tiene que ver con la conspiranoia de que supuestamente el mundo científico "está comprado" por los intereses petroleros y, por eso, impiden que se conozca la "verdad" de la energía libre y gratis que está disponible para todos. Para eso, quieren realzar a Nikola Tesla por encima de Einstein. He aquí mi comentario a esa publicación (con algunas correcciones para esta entrada):


El problema es que la teoría especial de la relatividad de Einstein no procede del vacío, sino de los esfuerzos previos hechos por otros científicos para encontrar el famoso éter luminoferroso. Ahora bien, este "éter" que se postulaba NO era el mismo éter de los antiguos. El éter o quintaesencia antigua era una sustancia extremadamente sutil, ligera, y que componía a los seres celestes o las estrellas que se hallan en el firmamento. Según los antiguos, este cielo etéreo era inmutable y perfecto, cuyos cuerpos eran entidades divinas. Hoy día sabemos que las estrellas, ni el sol ni la luna son etéreos. El sol y las estrellas son plasmas, muy lejos de ser perfectos e inmutables, y la luna es una esfera sólida que refleja la luz del sol.

En cambio, el éter luminoferroso era un postulado físico del siglo XIX para explicar la diseminación de la luz en calidad de onda. El sonido es una onda que requiere un medio, el aire. Las ondas de agua necesitan del agua como medio para transmitirse. Por el mismo razonamiento, se pensaba que la luz necesitaba un medio para transmitirse. Los científicos llamaron a esto "éter luminoferroso". Ya las ecuaciones de James Clerk Maxwell señalaban su inexistencia, pero nadie estaba seguro de ello.

La evidencia más importante de su inexistencia fue el experimento hecho por Michelson y Morley. Esencialmente, en palabras sencillas, lo que buscaban experimentalmente era medir el "viento" de este éter. Si la Tierra se mueve y el éter es estático, entonces debemos registrar instrumentalmente cambios significativos en la dirección y la rapidez de la luz a medida que la Tierra se mueve. El problema encontrado por el experimento de Michelson y Morley es que NO encontraron NINGUNA evidencia de dicho "viento" de éter luminoferroso. La rapidez y la dirección de la luz no se afectaban en absoluto por el movimiento de la Tierra, y confirmaban las predicciones de las ecuaciones de Maxwell. Estas predecían que la energía electromagnética (la luz es una forma de energía electromagnética) se diseminaba sin necesitar un medio.

Sin embargo, lo que Maxwell predijo y lo que Michelson y Morley encontraron implicaban necesariamente que la velocidad (rapidez & dirección) de la luz es constante independientemente del movimiento de los cuerpos. Esto tiene sus consecuencias matemáticas. Primero se elaboraron mediante las ecuaciones Fitzgerald-Lorentz, y, a partir de ellas, fue que Einstein culminó las consecuencias últimas de sus implicaciones relativistas.

Estas implicaciones se han llevado a experimentos miles de veces, y en todas las ocasiones, se han corroborado. Y cuando digo "todas" es TODAS. Es más, tanto se han puesto a prueba que recientemente hubo una serie de experimentos y estudios que confirmaron otra serie de predicciones de Einstein que no se pudieron llevar a cabo en su tiempo por limitaciones tecnológicas. Una de ellas fue precisamente la detección de ondas gravitacionales producto de la interacción y fusión de agujeros negros.

La teoría de la relatividad de Einstein se confirma cada vez que utilizas el GPS, ya que para recibir la señal de los satélites a tiempo, se utilizan las mismas ecuaciones de Einstein.

Por otro lado, la razón del rechazo a la teoría del éter por la comunidad científica es obvia: el éter luminoferroso NO EXISTE. No tenemos evidencia de ello. No hay ninguna hipótesis con base en ese concepto que tenga el mismo nivel de éxito que las teorías especial y general de la relatividad. No hay ecuaciones, no hay propuestas de experimentos para corroborar su existencia. No hay modelos teóricos que den cuenta tanto de los fenómenos electromagnéticos como de la gravedad y otros afines que sean empíricamente equivalentes o con mayor poder explicativo que aquellos fundamentados en la noción del éter.

Finalmente, Tesla fue brillante, pero no era infalible. Cometió muchos errores. Las ciencias no proceden diciendo: "Fulano lo dijo, por lo tanto, es cierto". Las ciencias solo establecen aquellas teorías que son corroborables empíricamente mediante experimentación y contrastación. Desgraciadamente para Tesla, los experimentos han desbancado la hipótesis del éter.

(Y que conste, tampoco digo que Einstein fue infalible. Se equivocó en relación con la mecánica cuántica. Pero en lo que concierne a la teoría general y especial de la relatividad, ha pasado todos los esfuerzos experimentales de refutación y se ha corroborado con un total éxito.)


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