sobre la correlación de fuerzas al interior del pacto histórico en el contexto de la consulta presidencial

por juan ballestas murcia.

quiero contrastar dos imágenes. la primera daniel quintero gritando “fuerza petro" en el partido de colombia-bolivia. la segunda iván cepeda, casi al tiempo, en el auditorio león de greiff de la universidad nacional dando un discurso de campaña.

el movimiento político pacto histórico continua el proceso de conformación y consolidación para una proyección duradera. estamos decantando diferencias y contradicciones ideológicas y de práctica política entre las fuerzas, tendencias y militantes que lo componemos. enfrentamos este reto conformando una institucionalidad política que permita tramitar, consensuar y pactar, de cara a la militancia y a la opinión pública, nuestras discusiones y debates.

atravesamos la coyuntura de la consulta popular para la elección de las candidaturas al congreso y la presidencia de la república. será un momento de barajar fuerzas internas, alcanzar acuerdos políticos y organizar la ruta para la participación electoral. es desde esta perspectiva, de correlación de fuerzas, que para los sectores que representan a las izquierdas y los progresismos la elección de daniel quintero como candidato presidencial, sin que sea el fin del mundo ni del pacto, sí será una derrota ideológica sobre cuáles tesis y qué práctica política deben orientar y conducir el proyecto.

es en contexto, marcado por una hipotética victoria de quintero y una real dispersión de las fuerzas progresistas al interior del pacto para generar bloque (corcho, pizarro, muhamad, bolívar, flórez, ramírez), que resultó tan refrescante y esperanzadora la decisión del compañero iván cepeda de ser precandidato a la presidencia.

el lanzamiento fue el 22 de agosto. generó expectativas y alegría. pasó una semana. pasaron dos semanas. el 6 de septiembre fue, según sus propias palabras, el ‘segundo discurso de campaña’ en cali, valle del cauca. dos discursos de campaña en dos semanas en una campaña de 12 semanas. mientras tanto la agenda noticiosa y comunicativa se movió sin parar. llega el 9 de septiembre. conmemoración del estallido social. un evento en el auditorio de la universidad nacional en bogotá. al anochecer, con tropel y partido el precandidato le habló a un auditorio en su mayoría vacío. pero no había candidato. por las características del préstamo de la universidad, supongo, no pudieron hacer campaña abierta. ningún ‘voten por mí’ o ‘voten por iván’. solo una lógica de homenaje artístico: pero no era un homenaje, era un evento de campaña sin poder hacer campaña. prueba de ello era el marco que había en la transmisión en línea: ahí sí se decía iván presidente y el poder de la gente y el pacto, etc. en mi percepción personal, no colectiva, pienso que hay un problema de amplitud y carácter (a quién y con qué mensaje) en la campaña del compañero cepeda. siento que quienes están orientando el ejercicio están leyendo de una forma poco lúcida y más bien ombliguista el contexto político del país, pero sobre todo el de la consulta. es decir: de la austeridad a la precariedad autoimpuesta hay un largo trecho. de la noción de una política diferente al desconocimiento del campo hay un solo paso. seguimos en un momento político en el que desde la campaña del compañero cepeda siguen, literalmente, contando los discursos. van como en el quinto.

y mientras tanto, videos rarísimos de las distintas campañas: entre el solipsismo y el histrionismo, bibliotecas y servilletas. acciones que solo hablan a sus bases. siete candidaturas de izquierdas y progresistas de diversa ralea y un populista, entre exitoso y ramplón, o mejor: exitoso por ramplón y sin mayor identidad ideológica. y justo esa candidatura es la que se mueve: es noticia, crea polémica, produce una ficción de conducción en un momento en el que el debate está estancado. porque eso es lo que está de fondo: el estancamiento del escenario a pesar de todo lo que está pasando. y así llegamos a las decisiones del 27 y 26 de septiembre.

el lugar de quintero era la consulta del frente amplio. no la del pacto. y perdimos ese pulso.

ahora tenemos que ganar esa consulta de manera decidida, comprometida, inteligente y amplia. por fuera de los nichos clásicos de la izquierda y asumiendo la tarea política de conectar con la gente y fabricar una campaña que aunque sea apropiada por la ciudadanía autónoma, sí tenga una conducción y un horizonte de planificación claro.

personalmente tenía la idea de que la campaña de iván cepeda iba a lograr catalizar un movimiento disperso al interior de la izquierda y con su símbolo operar el espacio electoral para construir algo colectivo. por muchas razones creo que no se ha logrado este cometido aun. pero sigo teniendo las esperanzas de que así sea. y con toda la voluntad quiero contribuir a ese propósito, sin embargo siento que pasamos de la posibilidad de una candidatura de la izquierda para el país a una de izquierda para sí misma. un publico objetivo, pareciese desde afuera, entre la matriz de organizaciones de derechos humanos y de otras formas políticas similares. siento que no se está abriendo la campaña a otros estilos y formas. eso es complejo y exige repensar la táctica. golpe de timón.

creo que es importante que la unidad pase de ser una trinchera retórica para la ambigüedad ideológica, y propongamos una ruta de método para que se dé. necesitábamos tener una conversación sobre unidad con los y las precandidatas presidenciales para pensar en cómo podemos reafirmar las intenciones que como compañeros y compañeras tenemos de proponer espacios políticos plurales sobre la base de principios claros y comunes. por ello resulta desconcertante que la decisión de unidad y de apoyos a la candidatura de cepeda sea un desenlace no del ejercicio ideológico por la unidad, sino por la necesidad política de bloquear una eventual victoria de daniel quintero.

todavía hay tiempo y espacio político para pensar en maneras de resolver colectivamente estas inquietudes. no hacerlo tendría un efecto importante en la táctica electoral de los sectores izquierdistas-progresistas al interior del pacto. nosotros tenemos nuestros propios debates, sí. pero ahorita debemos ganar hegemonía en la conducción del aparato pacto. la dispersión nos hace daño. nos vuelve parte del estancamiento del escenario político.

y la candidatura de daniel quintero lo tiene muy claro. tienen una lectura del campo claramente disruptiva. eso, en este momento de mayorías frágiles y coaliciones endebles, es un activo muy interesante. es el activo de ponerle norte a un debate de opinión pública que está desorganizado: estancado, como ya dije. y el mensaje disruptivo conecta muy bien con el sentido común: la cucha quiere lavadora, que el hijo no meta basuco y que la hija no se embarace antes de tiempo. fin. ya para ella eso es la gloria de dios.

y entonces vuelvo al contraste entre las imágenes con las que inicié este texto. iván cepeda hablándole a oscuras a un auditorio más vacío que lleno. y a la misma hora, daniel quintero viralizando un ‘fuerza petro’ en el estadio de barranquilla. es un contrapunteo que me parece valioso para abrir una conversación política sincera que nos hable de cómo articular y trenzar luchas comunes. por ello se tiene que dar una conversación política seria y con método entre las campañas de corcho y cepeda. y también tenemos que aprender de contrincantes ideológicos y adversarios electorales en este proyecto.

a ver si les ganamos, parce.


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