Junio 7
June 7, 2020•379 words
Ando atrapado en una tensión entre el mar y el io. Yo no sé si hay destino, pero sé que las palabras configuran lo que comprendemos y cómo lo comprendemos. Los nombres, así, nos configuran. Daphne es musa y es intocable, porque es otra, María es creadora, quien concreta lo divino y le da carne, y yo soy un funámbulo que camina la "l" que se le atravesó entre el mar y el io. Me tiembla el alambre en este momento debido a que el viento está demasiado quieto.
A un lado el abismo de la producción por producir. ¿Qué está haciendo con su vida Marlio? me grito cuando me quedo solo. En esos momentos escribo cosas en mi diario como "a mi no me da miedo morir, ni morir solo. Lo que me da miedo es morir sin haber vivido". Y me pongo a reflexionar sobre cómo quisiera salir sólo para oler flores y cuánto me gustaría amar sin estas ansias de ser admirado.
Al otro lado el abismo de la pasividad. Siempre que paso un rato de ocio y me veo obligado a mirarme los propios ojos siento en el pecho y en la máscara una presión que se parece mucho a las ganas de llorar. Como si el llanto quisiera tirarme la cara fuera y dejarme la carne expuesta. ¿Qué valor tiene eso? ¡Ninguno! Pero pienso que sería poético. No me siento conmovido por la falsa empatía, pero la practico... ¡Qué ganas siento de llorar!
Por no llorar leo poesía. Me re-encuentro con Dylan Thomas, y con la tranquilidad de que todos caminamos entre el bosque siendo apenas humanos. Enfurezco, pataleo. Recuerdo que mi computador presenta un error que me parece incomprensible. Un montón de letras y códigos que son como un texto en arameo para el que no lee arameo, o un código de programación para el que, como yo, no programa. Leo más de cerca y no es tan extraño. Es inglés y lógica. Me dice qué error presenta. Busco en internet el error, hay una comunidad de gente que me ayuda. Me guían sobre cómo solucionarlo, lo soluciono y escribo esta nota.
Sigo igual de atrapado en la tensión, pero con unas ganas más grandes de no ir tranquilo hacia aquella noche eterna...