vital. spotify y tú: una carta de 22 oraciones

me di cuenta que hoy es el último día de la cuenta premium de spotify y recordé de repente, como cuando se recuerda con el estómago y con la garganta, que ud hacía parte de mi plan familiar. estaba ahí pero ya no. esto del spotify me hizo sentir como si un último vínculo se diluyera entre nosotros. no sé por qué siento que ya me empezó a olvidar. casi que es inevitable, lo sé, pero todavía me cuesta pensarlo. así las cosas sentí su ausencia. no es que no la sienta en lo cotidiano pero hoy tuve la urgencia de llenarla de ud. todo lo relacionado con ese vínculo del spotivy y la sensación de yo también diluirme en su vida.

a veces pienso que siempre la voy a querer aunque ya no la ame. esto no aplica para ud. lo contrario en cambio sí. siento que solo me querrá mientras me ama y que cuando se vaya el amor se irá todo el cariño por mí. es ud una persona amorosa. xecuda, o sea inteligente. otros horizontes y otras puertas, en la vida y en el amor, se abrirán para ud y me alegro de tan solo imaginarlo.

concentro fuerzas y logro no llamarla: quiero buscarla en mi mejor versión, un día que en la vida toda bella me atraviese. otra noche la convocaré, estando fuerte y con canciones alegres (como esta) para estar a la altura de la alegría con la que la quiero ver.

no puedo terminar sin contarle que el otro día la gata se salió de la casa. todo me pasó por la cabeza. inclusive la metáfora profunda de que justo se perdiera en esta etapa de desenlace silencioso de nuestro amor: la coincidencia de que ambas 'llegaron' a mi vida más o menos en el mismo momento. gata no estaba perdida: se quedó en una saliente de la ventana quién sabe por cuántas horas esperándome. obviamente hay que verle el lado positivo: una amiga me decía que eso resolvía la pregunta de si la gata vivía obligada conmigo y quería huir o si deseaba estar conmigo y bueno, como se quedó creo que el dilema ya se resolvió y como quiero ser optimista también en esto, nuestro diálogo, quiero decirle que no la llamé hoy para amarla respetuosamente en su partida y distancia y apostándole a que la vida nos encuentre de nuevo.