Relato de amor entre fantasmas
June 10, 2020•515 words
No es de extrañar que este tipo de historias resurgieran en el inconciente colectivo durante la era de la reclusión.
Esta transcripción de un audio de WhatsApp ha sido editado para aumentar el efecto dramático del relato.
"Aquejado por el insomnio, resultante de las preocupaciones diarias, y frustrado por el sinsalida de una relación sin expectativas en la que estuve involucrado por diez años, comencé a utilizar el buscador de Facebook para saber el destino de viejos amores a los que había perdido el contacto por mucho tiempo.
Primero lo consideré un pasatiempo que me alejaba de los problemas cotidianos...Además, dado que muchos de los nombres estaban conectados con amistades que aún sostenía, me bastaba con recorrer el feed de algunas personas para encontrar los amores inmediatos que entablé antes del confinamiento. Era una solución a medio camino entre la efectividad y la nostalgia, por lo que alcanzaba el sueño luego de unos minutos descubriendo la cotidianidad de personas que ya entraban en el olvido para mí.
Con el transcurso de las semanas y el aumento de la tensión externa, sofistiqué el ejercicio intentando encontrar esas otras personas que no estaban cercanas, pero que podía encontrar si combinaba uno o dos criterios en la búsqueda. Fui reencontrándolas una a una con sus historias de superación o catástrofe en las que no había el más mínimo rastro de lo que había ocurrido entre ambos...Personas que encontrarías en un cruce de calle sin dirigirte palabra. Uno de esos mundos en colisión del que no quedaban rastros más allá del registro histórico rescatado por un insomne crónico en situación depresiva.
Aunque el ejercicio era satisfactorio tampoco atraía novedad. Hasta que en una de esas búsquedas apareció un registro inédito cuyo resultado me tuvo en vela, sin encontrar, hasta el momento, alguna explicación racional que pueda satisfacerme.
El buscador me devolvió un nombre del que guardaba una tenue memoria...Incluso llegué a preguntarme si efectivamente la había conocido, ¿acaso no sería un bucle de alguna impresión capturada por el consumo inclemente de las pantallas?. Mas lo encontrado en su página daba una respuesta contundente: no solo nos habíamos conocido en un trayecto intercontinental sino que habíamos intercambiado números a la llegada, posteriormente mensajes y arreglado una cita definitiva para el curso de nuestras vidas.
De ese encuentro en un restaurante, entre copas una charla inolvidable, pasamos a vernos casi a diario. Poco a poco, la morosidad de nuestras citas abrió un espacio inédito en el que primó la complicidad, el deseo irresistible de estar con la otra persona, para concluir en la propuesta ideal de una vida juntos.
Por 15 años, en los que cada uno alcanzó la cima de sus respectivas profesiones, no aceptamos nada menos que la felicidad y las fisuras acaecidas en ese tiempo fueron el producto natural de una relación, no el desgaste provocado por las inevitables traiciones o los desengaños.
Es una historia sublime, ejemplar, cuya conclusión, adivinarán ustedes, ocurrió mucho antes del confinamiento. Está documentada con videos, fotografías, mensajes de solidaridad, esos pequeños homenajes virtuales para una pareja muerta en un infortunado accidente automovilístico"